La trama se basa en una historia casi increíble, pero real: hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, oficiales de inteligencia británicos realizaron una operación para desinformar a los nazis. Arrojaron un cadáver con documentos secretos falsos en la costa
española, y así convencieron a los alemanes de que los británicos estaban preparando una ofensiva en Grecia. Gracias a esta astuta maquinación, los Aliados pudieron aterrizar en Sicilia y arrastrar a las principales fuerzas enemigas a otra área.